Es muy común esa molestia en la planta del pie, que al principio no le damos importancia y puede acabar por imposibilitar nuestra práctica deportiva. Hablamos de la fascitis plantar, una lesión muy común en todos los deportes en los que el pie impacta con el suelo.
Hay que tener en cuenta, que el pie es la parte del cuerpo que recibe el mayor número de impactos durante la carrera y los saltos y, debe soportar todo el peso del cuerpo mediante distintos músculos y tendones.

Durante la fase de recepción (contacto del pie con el suelo), el arco plantar se aplana, absorbe el impacto, la aponeurosis plantar se estira y los huesos del talón se desplazan un poco hacia atrás y hacia el exterior. Una vez el pie deja el suelo, el arco plantar recupera su forma original y se prepara para el siguiente contacto. Si el pie está en buenas condiciones es capaz de soportar este trabajo: absorbe el impacto y recupera su posición con normalidad.

Si la musculatura está débil, el arco plantar ya está en una posición baja en el momento del contacto con el suelo y no es capaz de absorber este impacto; lo que hace que esta tensión se retransmita hacia arriba provocando mucho dolor.
Normalmente el dolor se queda en la planta del pie provocando la fascitis plantar, pero también puede repercutir más arriba por el borde interno de la tibia; produciendo la periostitis tibial (el pie plano también ayudará a ello).

  Arco plantar en posición normal.

 

Arco plantar aplanado, en el momento de contacto con el suelo.

¿Cómo tratarla?
Si ya tenemos la fascitis, actuaremos de esta manera:

  • Hielo. Imprescindible para reducir la inflamación.
  • Masaje miofascial. Relajar la musculatura contracturada de la fascia plantar.
  • Fortalecimiento de la musculatura. Tenemos que conseguir la fuerza suficiente para que la musculatura de la planta del pie actúe correctamente y soporte esos impactos repetidos.
  • Neuroestimulación; es una manera muy sencilla de fortalecer la musculatura sin dañar otras zonas.
  • También con algún programa analgésico, podemos aliviar el dolor en caso de tenerlo.
  • Ortesis específicas. Existe material técnico que ayuda a mantener la bóveda plantar en su lugar.

¿Cómo prevenirla?

  • Fortalecimiento de la musculatura de la planta del pie y de gemelo y sóleo. Es muy importante que el tendón de Aquiles no esté acortado porque de ser así hará que el arco plantar trabaje mal biomecánicamente.
  • Ejercicios propiocepctivos. Nos ayudarán a que la musculatura esté entrenada para soportar movimientos bruscos o inesperados.
  • Masaje miofascial. Evitar que se contracture la fascia plantar
  • Ortesis específicas.

Esperamos que estos consejos os puedan ayudar a prevenir o tratar este problema. Como siempre, te recomendamos que consultes con el especialista que tengas más cercano.

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