Vamos a iniciar el movimiento desde la posición de rack.
Empieza el movimiento con una doble flexión: tobillo y rodilla.
¡No es una sentadilla! Así que no flexiones cadera.
Una vez has bajado un poco para coger impulso, inicia una triple extensión (tobillo, rodilla y cadera) que te ayudará a transmitir la fuerza al codo, que debe estar en contacto con el cuerpo. Puedes apoyarlo en el abdomen, cresta ilíaca, cinturón… donde sea más cómodo.
De esa manera le imprimirás una fuerza a la kettlebell para que suba por el empuje de los miembros inferiores. ¡Recuerda que los brazos deben acompañar, no hacer el principal esfuerzo!
Este movimiento se acaba con la extensión del brazo por encima de la cabeza, y debes hacerla alineando todas las articulaciones, coincidiendo con una ligera flexión de cadera.
Desde, ahí, estira las piernas y bloquea codo y estarás en la posición de fijación.
¡Vamos a empezar el descenso!
¡Aprovecha la fuerza de la gravedad! Lleva el cuerpo ligeramente hacia atrás. Así crearás un espacio a la kettlebell. ¡Cómo si amortiguases un balón con el pecho!
Desciende a la posición de rack de nuevo.
Para que lo tengas claro, en este vídeo, Gus Gainzarain, campeón del mundo, te enseña todos los pasos.